Un split se produce cuando una compañía aumenta el número de sus acciones en circulación sin modificar la cantidad proporcional de acciones de cada accionista. Permite a los pequeños inversores tener acceso a acciones que cotizan con un alto precio. Por ejemplo, si una acción que cotiza a 100 euros realiza un split de uno por tres, la acción cotizará a 30 euros pero el número de acciones que posee el inversor se multiplicará por tres.