Las clases de activo corresponden a las grandes categorías de inversiones que tienen diferentes niveles de riesgo y rentabilidad como son las acciones, las obligaciones, los inmuebles o la liquidez. Las acciones son las que ofrecen el mejor potencial de crecimiento pero con un alto nivel de riesgo. Los bonos, por el contrario, ofrecen un determinado rendimiento con un grado de riesgo relativamente moderado. Los inmuebles ofrecen potencial de crecimiento pero con el inconveniente de la iliquidez. La liquidez, por último, presenta la rentabilidad esperada más baja pero con las ventajas de la disponibilidad y de la seguridad de la inversión.