Si analizamos los valores que seguimos en Estados Unidos no vemos, a estos niveles, grandes discrepancias entre las cotizaciones y nuestras propias valoraciones. De los sectores que seguimos, todos están, en nuestra opinión, correctamente valorados en mayor (como el sector inmobiliario) o menor medida (como el sector financiero). El único que está infravalorado (de forma ligera, eso sí) es el sector energético aunque se debe al fuerte peso de un valor como Exxon que cotiza con un descuento del 20% respecto a lo que consideramos es su precio justo. El mercado en su conjunto cotiza con un descuenta de menos del 10%, lo que nos hace concluir que el mercado está correctamente valorado.
En el primer trimestre nuestra preocupación se centraba en la inflación. En aquella época, en efecto, se producían las revueltas en algunos de los países árabes que empujaron el precio del crudo desde los 85 dólares el barril hasta los 115 dólares. La situación se ha normalizado y pensamos que el precio del petróleo volverá a nuestro precio objetivo de largo plazo, lo que supondrá un impulso para el consumidor estadounidense.
Otra de las fuentes posibles de inflación es el apetito de China por las materias primas. En este aspecto hemos visto que el Gobierno chino está dispuesto a frenar la especulación en el sector inmobiliario, pero el país sigue demandando grandes proyectos de infraestructura por lo que pensamos que la historia de China y de las materias primas seguirá teniendo su influencia en los mercados, sobre todo a corto plazo.
En cuanto a la crisis de deuda en Europa, nuestra opinión es que aún quedan muchos problemas sobre la mesa. Pensamos, incluso, que las próximas pruebas de estrés para los bancos europeos se traducirán en caídas adicionales de precios para este sector. Esto también afectaría a los grandes bancos estadounidenses, expuestos al riesgo de contraparte de los grandes bancos europeos, por lo que preferimos los bancos regionales en Estados Unidos.
También pensamos que el precio de la vivienda podría experimentar ligeras subidas de precio lo que sería muy positivo no sólo para los bancos regionales sino para el mercado en su conjunto.