Muchos inversores y ahorradores están cada vez más preocupados por el devenir del euro. ¿Qué pasaría si Grecia saliera del euro? o, incluso, ¿qué pasaría si España se viera obligada a abandonar la moneda única europea y volver a la peseta? ¿Y si Alemania decidiera tirar por la tangente y abandonar de motu propio el barco del euro? … son algunas de las preguntas que rondan en la mente de los ciudadanos. No es ninguna tontería. El euro, seamos claros, tiene un problema: existe un riesgo creciente de que quiebre y se rompa por algún lado. Ojo, eso no quiere decir que el camino sea necesariamente una depreciación de la moneda única. Una salida de Grecia, por ejemplo, podría dar un buen empujón a la divisa del viejo continente. Pero existe el riesgo de que la situación europea se empantane de tal manera que el euro se convierta en un quebradero de cabeza. ¿Cómo puede precisamente el inversor de largo plazo y, especialmente, el inversor preocupado por su futura jubilación que ha elegido la opción de los planes de pensiones protegerse de esta situación y sacarle partido a una posible depreciación del euro?
Lo ideal sería evidentemente colocar parte del ahorro destinado a la jubilación en un plan de pensiones invertido a muy corto plazo (un monetario) en dólares. Tras rastrear nuestra base datos, lamento decirles que no existe (de momento) ningún plan monetario en dólares estadounidenses. Una pena… ¿Y un plan de renta fija en esta divisa?, me preguntaréis. Tampoco lo hay, pero no sería una idea aconsejable desde mi humilde opinión. Es cierto que los bonos del Tesoro se han convertido en el refugio de los inversores y eso a pesar de la rebaja de calificación por parte de S&P. Los tipos de interés han bajado hasta mínimos históricos (de los últimos 50 años). ¿Pueden seguir bajando? Por supuesto que sí. Si nos planteamos un escenario de ruptura del euro el billete verde debería salir beneficiado. Además, allí difícilmente pueden bajar los tipos de interés a corto (están prácticamente en cero) mientras que de este lado del Atlántico, bien podríamos dar marcha atrás y bajarlos después de haberlos subido. Pero invertir en renta fija americana a largo plazo y sin posibilidad de deshacer la inversión (conviene recordar que un plan de pensiones no se puede rescatar hasta la jubilación) supone asumir el riesgo de que a largo plazo los tipos se sitúen en niveles superiores a los actuales. Así que ésta tampoco es la solución. Veo con mejores ojos apostar a largo plazo por la renta variable americana como protección contra un descalabro del euro. Aún considerando que las valoraciones actuales del mercado no son extremadamente atractivas (la bolsa no está cara, cierto, pero tampoco está muy barata) y que existe el riesgo de que los mercados sigan cayendo a corto plazo, hay que partir de la idea de que a largo plazo la renta variable ofrecerá mayores rendimientos que cualquier otro tipo de activo. ¿Y por qué bolsa americana? No sólo por el efecto divisa. Hay otros argumentos: su mayor diversificación sectorial, su menor volatilidad
Pero, ¿qué plan elegir?
Si nos centramos en los planes que tienen al menos 3 años de historia, la lista es relativamente corta (pinche en cada uno de ellos para obtener su ficha):
Habría que descartar al BK Variable América ya que cubre el riesgo divisa, un "riesgo" que precisamente estamos buscando. También habría que apartar al Mapfre América ya el plan contempla la posibilidad de hacer operaciones de cobertura del riesgo divisa. De los planes restantes, no me complicaría mucho la vida. Elegiría el más barato; en este caso, el Naranja Standard & Poors 500 que cobra un 1,25% de comisión de gestión y sin comisión de depósito.