John Bogle es todo un personaje en el mundo financiero. Es el fundador de la prestigiosa gestora Vanguard, una de las mayores de Estados Unidos. Bogle nunca ha escondido su preferencia por los fondos de gestión pasiva frente a los de gestión activa. También es muy crítico con la industria de la inversión colectiva y, en particular, con las elevadas comisiones de gestión que cobran muchos fondos.
De hecho, los fondos de Vanguard figuran entre los más baratos del mercado. Pero Bogle también es conocido por sus recomendaciones muy prácticas y muy simples a los inversores y es, al mismo tiempo, un gran defensor de la diversificación de las carteras de inversión. Una de sus recomendaciones más famosas en ese sentido es la que podríamos llamar el “Sistema Bogle” que estipula que un inversor debería invertir un porcentaje en renta fija equivalente a su edad. Es decir, si un inversor tiene 30 años, debería invertir un 30% en renta fija y el resto, un 70%, en renta variable. Un inversor de 60 años debería tener en su cartera un 60% de renta fija y un 40% de renta variable.
Detrás de este sistema hay dos ideas muy simples, pero tremendamente importantes, Primero, que siempre hay que tener una cartera diversificada entre renta fija y renta variable (salvo si uno cumple 100 años, siempre debería tener una parte de sus ahorros en bonos y otra en acciones). Segundo, que a medida que uno vaya envejeciendo la parte de renta fija adquiere más importancia, lo cual tiene su lógica ya que uno es más averso al riesgo.
El Sistema Bogle también debe entenderse como un sistema dinámico. No sólo se trata de invertir en función de la edad y olvidarse de la cartera (lo que hemos denominado “Buy & Hold” en las tablas adjuntas), sino que uno debería ajustar el peso de la renta fija y el de la renta variable a medida que vayan transcurriendo los años. Si uno tiene 30 años ahora e invierte un 70% en acciones y un 30% en bonos, dentro de 5 años, por ejemplo, debería redistribuir su cartera para tener un 35% en renta fija y un 65% en acciones.
Hemos querido comprobar si este “Sistema Bogle” ha aportado valor a los que lo han utilizado de forma dinámica. En las tablas adjuntas hemos efectuado simulaciones partiendo de cinco fechas distintas (1980, 1985, 1990, 1995 y 2000), y tomando el caso de un inversor que tuviera 30 años en cada una de esas fechas.
El inversor empieza, por lo tanto, con una cartera compuesta por un 30% de renta fija y un 70% de renta variable. Para cada una de las simulaciones hemos considerado que el inversor reequilibra su cartera cada cinco años; a los 35 años, el inversor sube su exposición a renta fija hasta al 35% y reduce el de la renta variable hasta el 65% y así sucesivamente. También hemos querido comparar la rentabilidad y riesgo obtenidos por este Sistema Bogle Dinámico respecto a un Sistema Bogle Estático (en el que el inversor no modifica su estructura de cartera inicial).
Nota: Datos calculados en USD a fecha 30/11/2010
Conclusiones
Hay dos conclusiones que podemos sacar de esta pequeña simulación. Primero, que el Sistema Bogle Dinámico ha funcionado en la mayoría de los casos, entendiendo por ello que ha obtenido bien una rentabilidad muy próxima a una inversión 100% en acciones pero con una volatilidad muy inferior (casos de los inversores que hubieran tenido 30 años en 1980 y 1985), bien ha obtenido una rentabilidad muy por encima de la una inversión 100% en acciones con una volatilidad incluso inferior (casos 1990, 1995 y 2000).
La segunda conclusión es que en todos los casos, salvo en el de la cartera iniciada en el año 2000, el Sistema Bogle Dinámico ha sido muy superior al Sistema Bogle Estático en términos de rentabilidad y de riesgo.
En resumen no sólo es importante diversificar sino también adaptar la estructura de la cartera de inversión con el paso de los años.