PERSPECTIVAS: Invertir en agricultura

Richard Davis, co-gestor del BGF World Agriculture, nos expone la lógica de la inversión en agricultura.

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La atención del mercado agrícola se ha centrado en los cereales, donde hemos observado un cambio sustancial del sentimiento desde hace apenas dos meses, cuando se preveía una cosecha de trigo extraordinaria. Ahora, parece probable que haya escasez de trigo en algunas zonas, lo que ha contribuido a impulsar una subida de su precio superior al 35% desde finales de mayo.

La principal causa de preocupación ha sido la sequía en algunas de las principales regiones productoras de cereales, como Rusia, Europa y Kazajistán, que se ha descrito como la peor de los últimos 130 años. Además de atender al consumo interno, Rusia ha ganado importancia como exportador de cereales de bajo coste y es un abastecedor importante para el Norte de África y Oriente Medio. Tras la destrucción de más de un 25% de la cosecha de cereales por el mal tiempo y los incendios, a principios de agosto el gobierno ruso anunció la prohibición de todas las exportaciones de cereales entre el 15 de agosto y el 31 de diciembre de 2010.

La subida del precio del trigo se ha extendido a otros cereales, con las consiguientes subidas del maíz y las habas de soja. También observamos la posibilidad de actividad corporativa, ya que el sector está fragmentado y las principales compañías han puesto el ojo en los fertilizantes. Un ejemplo reciente es la OPA de BHP Billiton sobre Potash Corp of Saskatchewan, la mayor compañía mundial de fertilizantes.

Las subidas de precios en el sector agrícola podrían representar una “revalorización” a largo plazo similar a la que ha tenido lugar en los metales y la energía. Se estima que la población del mundo en desarrollo crecerá más de un 70% entre 2007 y 2050, y el proceso de urbanización exigirá más de la agricultura y reducirá la superficie disponible.  

El “efecto riqueza” puede ser aún más importante para las rentas agrarias, ya que los ricos comen más proteínas, lo que aumenta sustancialmente la presión sobre el sector. Muchos esperaban que el consumo de alimentos descendiera durante la recesión mundial. Sin embargo, no ha sido así. El consumo de carne y, por tanto, la demanda de piensos, se han mantenido en todo el mundo e ilustra la naturaleza defensiva de esta clase de activo. Además, los gobiernos están decididos a reducir la dependencia frente a los combustibles fósiles y fijan objetivos de producción de biocombustibles en todo el mundo. Estos usos no compatibles de la tierra impulsan la necesidad de elevar la productividad, y la tecnología tiene un importante papel que desempeñar en el desarrollo de semillas genéticamente modificadas o características biotecnológicas de las plantaciones para mejorar la productividad de las cosechas.

Estas tendencias podrían persistir y ofrecer oportunidades de inversión a largo plazo a los inversores. En este artículo examinamos más detenidamente estas tendencias y evaluamos su impacto sobre la demanda y la oferta mundial de materias primas agrícolas.

Por el lado de la demanda, los motores macroeconómicos clave para las materias primas agrícolas son los siguientes.

  • Cambios democráticos: China, la economía que más crece en el mundo, también es una gran consumidora de materias primas agrícolas, lo que refuerza su demanda y, por tanto, los precios. La urbanización es un factor clave en el cambio de las pautas de consumo, especialmente en lo que se refiere a la dieta y el mayor consumo de proteínas animales. Con el aumento de la renta y la riqueza en los mercados en desarrollo, las proteínas ganan importancia en la dieta a costa de las féculas. La producción de alimentos basados en proteínas requiere entre 2 y 6 veces más cereales que la producción de alimentos basados en féculas. Las importaciones agrícolas de China se han disparado en los últimos años. Este efecto ha sido especialmente perceptible en el caso de las habas de soja como consecuencia del aumento de las necesidades de piensos para el ganado. Además, la exportación neta de maíz de China también se ha desplomado, y existe la posibilidad de que el país se convierta en importador neto de maíz en el futuro.
  • Industrialización: Asimismo, la segunda nación más poblada del mundo, India, está inmersa en un proceso de urbanización de su población a una tasa tan solo ligeramente inferior a la de China. De hecho, en apoyo de esta tendencia, India prevé invertir más de 500.000 millones de dólares en infraestructuras hasta el año 2013 – otro fuerte impulso para los precios de las materias primas. Incluso el antiguo Bloque del Este está modernizando sus abandonadas infraestructuras de la era soviética con tasas de crecimiento de la construcción de dos dígitos.
  • Biocombustibles: La demanda mundial de biocombustibles, ha aumentado sustancialmente, especialmente en los dos últimos años, pues cada vez se consideran más viables como alternativa a los combustibles fósiles. Esperamos que el crecimiento de la demanda de estos productos se mantenga fuerte en los próximos 5-10 años debido a los objetivos de crecimiento impuestos. La mayor atención prestada en los últimos años a los biocombustibles procede principalmente de los países desarrollados debido a varios factores, como 1) la necesidad de reducir la exposición a un precio del petróleo cada vez más volátil, 2) la necesidad de reducir la exposición y la dependencia de países y regiones políticamente inestables, y 3) la creciente conciencia de los problemas medioambientales y la contemporización con los grupos de presión. En general, los biocombustibles se crean a través de dos procesos distintos: un proceso de fermentación de levadura para producir etanol a partir del azúcar o la fécula, y mediante los aceites producidos a partir de distintos cultivos (por ejemplo, aceite vegetal, aceite de palma, etc.).

Por el lado de la oferta, los motores macroeconómicos clave para las materias primas agrícolas son los siguientes:

  • Superficie disponible: El principal factor que afecta a la oferta (y a la oferta futura) de materias primas agrícolas es la disponibilidad de superficie cultivable. Solo por destacar algunos ejemplos, una gran extensión de tierra disponible en China, especialmente en el norte y el oeste, se considera desértica. En Rusia, un alto porcentaje de la tierra disponible es rocosa y/o está cubierta por la nieve durante gran parte del año. Además, la infraestructura de grandes regiones potencialmente agrícolas aún es extraordinariamente escasa. Asimismo, en Brasil, la mayor parte de la tierra disponible forma parte de la selva amazónica, una región objetivo del sector agrícola en el pasado. En Estados Unidos y la UE, gran parte del suelo está urbanizado, lo que limita la superficie disponible para su conversión en suelo agrícola.
  • Productos químicos y fertilizantes: Los productos químicos y los fertilizantes desempeñan un papel significativo en la producción agrícola ya que son inputs clave para el sector como motores del rendimiento. Con la modernización de las prácticas agrícolas, la dependencia de los inputs ha aumentado. Hoy en día, los agricultores son conscientes de la importancia de los productos químicos agrícolas para la maximización del rendimiento, y su uso se considera normal.

El suelo agrícola se ha reducido en los últimos 40 años debido a la construcción derivada de la urbanización. Las subidas de precios de años anteriores representan una revalorización a largo plazo similar a la que ha tenido lugar en los metales y la energía. Los inversores pueden intentar aprovechar la expansión actual de la agricultura, que está entrando en un “superciclo”. Los recientes acontecimientos en el mercado del trigo han puesto de relieve el tema a largo plazo de la seguridad de los alimentos, que tiene consecuencias importantes para otras materias primas agrícolas. Los agricultores ya están cerrando unos precios elevados del trigo para la próxima cosecha invernal y la cosecha estival del próximo año. Cualquier incremento de la superficie dedicada al trigo podría ser a costa del maíz o las habas de soja, por ejemplo, cuyos inventarios están muy bajos, y podría ser el catalizador de una nueva subida de los precios del maíz o la soja, que tendría consecuencias positivas para el precio del aceite de palma. Los precios de los fertilizantes también podrían beneficiarse al aumentar las tasas de aplicación en respuesta a unos cultivos de alto valor.

En esta sección llamada PERSPECTIVAS abriremos nuestra web a comentarios, artículos y opiniones externos a Morningstar pero que pueden tener un interés para los inversores en general. Las opiniones expresadas en esta sección representan las de su autor y no corresponden necesariamente a las de Morningstar. Si quiere ver publicado un comentario puede ponerse en contacto con Fernando Luque en la siguiente dirección de correo electrónico: fernando.luque@morningstar.com

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