Últimamente los inversores se han vuelto muy sensibles al riesgo divisa, sobre todo porque el dólar estadounidense se ha depreciado cerca de un 10% frente al euro en lo que llevamos de año. Es un riesgo que muchos inversores no están dispuestos a asumir y que, en muchos casos, ha anulado la subida del mercado en su moneda local. En el caso del S&P 500, este índice ha subido en estos 4 meses en torno a un 8%, pero medido en euros, ha registrado una caída del 2%.
En general los ETFs no suelen cubrir el riesgo divisa. Su principal cometido es replicar el comportamiento de un determinado índice, pero repercutiendo al inversor (español en nuestro caso) las fluctuaciones de la divisa en la que está denominado el índice. Si uno invierte en un ETF referenciado al S&P 500, por ejemplo, el inversor no sólo obtendrá la revalorización (positiva o negativa) de este índice en moneda local sino también la revalorización (positiva o negativa) del dólar estadounidense frente al euro (una subida del billete frente a la moneda única europea repercutiría positivamente en la rentabilidad final del inversor y, obviamente, una caída del billete verde afectaría negativamente al resultado final conseguido por el inversor).
Pero no todos los ETFs funcionan de la misma manera. Existen ETFs que cubren el riesgo divisa. Es el caso de tres ETFs de iShares que cotizan en la bolsa de Londres, más concretamente el iShares MSCI World Monthly EUR Hedged, el iShares S&P500 Monthly EUR Hedged y el iShares MSCI Japan Monthly EUR Hedged.
Son ETFs de réplicación física que añaden a la cartera un contrato forward a un mes (de ahí la palabra “Monthly” en sus nombres) para cada divisa subyacente con el objetivo de cubrir el riesgo de divisa. El ETF referenciado al MSCI World en euros tiene la particularidad que no sólo cubre el riesgo del dólar frente al euro (como realizan la inmensa mayoría de fondos cubiertos a euros) sino que cubre todas las divisas incluidas en la cartera (13 divisas en el caso de este ETF).