El fondo pone en común el dinero de este grupo de personas y una entidad gestora se ocupa de invertirlo (cobrando comisiones por ello) en una serie de activos como pueden ser acciones, títulos de renta fija, activos monetarios, derivados,... e incluso en otros fondos de inversión o una combinación de todos ellos.
Tipos de fondos
La nueva normativa sobre instituciones de inversión colectiva ha simplificado mucho la nomenclatura de los distintos fondos de inversión. Ya no e
xisten las denominaciones FIM (Fondos de Inversión Mobiliaria) o FIAMM (Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario). Todos los fondos reciben las siglas FI (Fondos de Inversión).
FIL y FFIL
Los Fondos de Inversión Libre y los Fondos de Fondos de Inversión Libre acaban de ser regulados por la ley de Instituciones de Inversión Colectiva. Es la versión española de los famosos hedge funds. Se distinguen de los fondos tradicionales por su mayor flexibilidad en cuanto a política de inversión, endeudamiento, apalancamiento, inversión mínima, periodicidad en el cálculo del valor liquidativo y comisiones. Los Fondos de Fondos de Inversión Libre, como su nombre indica, son fondos de inversión libre que invierten su patrimonio en otros fondos de inversión libre.
FII
Los Fondos de Inversión Inmobiliarios (FII) invierten su patrimonio en inmuebles ya sean viviendas, oficinas, garajes,... y obtienen su rentabilidad tanto de la reventa de esos inmuebles como del cobro de los alquileres.
SICAV
En nuestro país también se comercializan fondos "extranjeros", domiciliados fuera de nuestras fronteras (principalmente en Luxemburgo), conocidos como SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable). A diferencia de los fondos de inversión las SICAV no se subdividen en participaciones sino en acciones. No obstante su funcionamiento es muy similar al de los fondos de inversión y tienen la misma fiscalidad que los fondos nacionales, siempre y cuando estén registrados en la Comisión Nacional del Mercado (CNMV), el órgano que regula y controla los fondos de inversión en nuestro país.
En esta serie de artículos el término fondo de inversión será utilizado como término genérico para designar todos estos tipos de fondos.
¿Cómo funcionan?
Cuando usted compra un fondo de inversión está en realidad comprando una pequeña parte de su cartera. Cada parte del fondo recibe el nombre de participación. El precio de cada una de estas participaciones, a una determinada fecha , se conoce como valor liquidativo del fondo. En la práctica si usted invierte 1.000 EUR en un fondo que tiene un valor liquidativo de 118,74 EUR, recibirá 8,42 participaciones de este fondo. Como puede ver, contrariamente a las acciones que cotizan en bolsa, el número de participaciones que usted puede tener no tiene por que ser necesariamente un número entero (en realidad raras veces lo es).
Al comprar participaciones de un fondo de inversión la entidad gestora coge su dinero, lo añade al "nuevo" dinero que entra en el fondo y lo invierte bien en acciones, en renta fija, activos monetarios, derivados,... o en una mezcla de todos ellos según la política de inversión que tenga establecida. El total del dinero que tiene el fondo (tanto el que está invertido como el que no) constituye el patrimonio del fondo. En cuanto a los títulos (acciones, obligaciones,...) que posee el fondo también se conocen como los activos del fondo y su conjunto constituye la cartera del fondo.
Al invertir en un fondo de inversión usted recibe en realidad una pequeña parte de esta cartera. En efecto cada participación del fondo constituye en sí una cartera en miniatura, idéntica a la del fondo en su totalidad.
Para entenderlo mejor veámoslo con un pequeño ejemplo. Supongamos que usted invierte 1.000 EUR en un fondo de acciones europeas cuyo patrimonio alcanza los 10.000.000 EUR y cuyos principales activos son acciones de Royal Dutch (10%), Société Générale (8%) y Telefónica (5%). Pues bien, los 1.000 EUR que usted tiene invertidos en participaciones de este fondo significan que usted posee 100 EUR en acciones de Royal Dutch, 80 EUR en acciones de Société Générale y 50 EUR en acciones de Telefónica. Por lo tanto indirectamente usted posee todos los títulos presentes en la cartera del fondo.
Ventajas
Los fondos de inversión ofrecen una serie de ventajas a los inversores
1.Generalmente no requieren grandes cantidades de dinero
Si usted posee sólo 1.000 EUR (unas 166.368 pesetas), le será por ejemplo muy difícil invertir en un conjunto variado (diversificado) de acciones. Por el contrario, si invierte en un fondo de inversión no tendrá este problema y, además, los costes se repartirán entre todos los partícipes. Por otra parte, una vez realizada la inversión mínima inicial (que varía de un fondo a otro pero que generalmente es bastante asequible) usted puede seguir haciendo aportaciones por cantidades pequeñas a través por ejemplo de un plan sistemático de ahorro (vea el capítulo 5 para más detalles sobre métodos de inversión).
2. Son fáciles de comprar y vender
Si quiere suscribir participaciones de un fondo de inversión puede hacerlo bien directamente en la ventanilla del banco o caja de ahorros que sea depositario del fondo, bien por teléfono, bien a través de un supermercado de fondos (discutiremos estas posibilidades en el capítulo 4). Pero independientemente de la opción que elija, lo cierto es que comprar un fondo de inversión es una operación bastante sencilla. En muchos casos bastará con una llamada de teléfono o con un clic del ratón.
3. Son instrumentos perfectamente regulados
El fondo de inversión no puede hacer lo que quiera con su dinero. Tiene que respetar una reglas marcadas por su propio reglamento de gestión y siempre dentro del marco de la Ley y Reglamento de las Instituciones de Inversión Colectiva. Por otra parte, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene entre sus funciones las de controlar la actuación de los propios fondos de inversión y proteger a los partícipes de las malas actuaciones de los gestores.
Además, la propia entidad depositaria (la entidad donde están depositados los títulos que el fondo tiene en cartera y la encargada de tramitar las suscripciones y reembolsos de participaciones) tiene como obligación supervisar y vigilar la actuación de la entidad gestora. En particular deberá comprobar que la gestora ha respetado los coeficientes y criterios de inversión previstos en la ley así como controlar que el cálculo del valor liquidativo ha sido realizado correctamente. También debe contrastar la calidad y suficiencia de la información, documentación y publicidad remitida a la CNMV.
A excepción de algunos fondos garantizados, los fondos no garantizan ninguna rentabilidad. Por lo tanto puede darse el caso de que uno pierda dinero invirtiendo en un fondo. Conviene recordar que el valor del fondo no es otra cosa que el valor de todos sus activos. Si esos activos pierden valor, el fondo también perderá valor. No obstante la probabilidad de que usted pierda todo su dinero al invertir en un fondo de inversión es realmente ínfima. Todos los activos del fondo deberían valer cero, lo cual es casi imposible. En todo caso tenga en cuenta que puede perder dinero con un fondo de inversión.
4. Están gestionados de forma profesional
Si usted se plantea invertir directamente en acciones u en obligaciones, deberá saber interpretar un balance y una cuenta de resultados o calcular una duración, por lo menos si quiere que la elección no sea simplemente fruto del azar. Tales conocimientos no son necesarios, sin embargo, para invertir en un fondo de inversión. Aunque ciertamente conviene que el partícipe entienda cómo funcionan los mercados de acciones y de renta fija, éste en realidad deja que sea un equipo gestor profesional (mediante pago de una comisión) el que seleccione los valores para él.
Ahora bien, no todos los fondos son idénticos entre sí. Algunos cobran más comisiones que otros, algunos son más rentables que otros pero en todo caso los fondos constituyen sin lugar a dudas la mejor opción para invertir en determinados mercados de difícil acceso para el pequeño inversor así como para aquellos inversores que no dispongan del tiempo, de las ganas y del dinero necesarios para constituirse ellos mismos una cartera diversificada de títulos.