Ayer lancé una pequeña encuesta en Twitter en la que preguntaba si uno prefiere un fondo barato que haya obtenido una “pobre” rentabilidad (por debajo de la media, se entiende) o un fondo caro que haya conseguido una “buena” rentabilidad.
Evidentemente estos dos criterios, los costes y la rentabilidad, no son los únicos que un inversor debería tener en cuenta a la hora de comprar un fondo. Hay otros factores a los que, sin ir más lejos, nuestro equipo de análisis de fondos presta especial atención como el equipo gestor, la consistencia y solidez del proceso de inversión o la propia entidad gestora. Pero si uno ha hecho los deberes y duda entre un fondo caro con buena rentabilidad histórica y un fondo barato con mala rentabilidad histórica, ¿con cuál se quedaría?
A juzgar por el resultado de la encuesta la inmensa mayoría (el 82%) elegiría el fondo con buena rentabilidad a pesar de tener unos costes altos.
Sin embargo, un estudio realizado por mi colega Russel Kinnel en Estados Unidos (“The Battle of Costs Versus Performance”; veremos en otro artículo si las mismas conclusiones se aplican a nuestro país) muestra que la respuesta correcta hubiese sido el fondo barato.
Para este estudio Russel se ha retrotraído al año 2005 y ha reagrupado los fondos (el estudio analiza varias categorías, pero me voy a centrar en la de renta variable USA), primero, en cuartiles en relación a su coste y dentro de cada uno de los cuartiles en cuartiles en función esta vez de la rentabilidad en los últimos 5 años. En total se consiguen 16 grupos de fondos (vea tabla adjunta).
Pero, ¿cómo se han comportado estos grupos de fondos en los 10 años siguientes? El grupo de fondos con bajos costes y pobre rentabilidad consiguió una rentabilidad del 7,41% anualizada, la más alta de todos los grupos (en verde en la tabla), comparado con un 5,46%, la más baja de todos los grupos (en rojo en la tabla), conseguido por el grupo de fondos con mayor rentabilidad pasada pero altos costes.
Especialmente interesante es el dato llamado “success ratio” o ratio de éxito. Mide el porcentaje de fondos que han sobrevivido y superado al mercado en el periodo analizado. Llama la atención el hecho de que ese dato sea el más bajo para el grupo de fondos “caros pero rentables”.
¿Qué conclusión sacar de esto?... Que al elegir un fondo, tenga en cuenta el gestor, el proceso de inversión, la compañía gestora… pero sobre todo los costes.