Dave Sekera: Han pasado siete años desde que la Fed bajara la tasa de fondos federales hasta su actual política de tipos de interés cero. Si bien el crecimiento económico generalmente ha sido mediocre desde que la recesión acabara hace 25 trimestres, solo ha habido dos trimestres de crecimiento negativo del PIB real, y el desempleo se ha reducido del 10% al 5%.
En lo que va de año, el PIB ha crecido en una media de aproximadamente el 2,25% y el incremento del empleo ha rondado los 200.000 al mes. El crecimiento salarial también ha empezado a remontar, incrementándose un 2,6% este año. Para 2016, esperamos que el crecimiento del PIB de EEUU se expanda a un ritmo de entre el 2% y el 2,5%. Con la crisis de crédito dejada atrás, la caída del desempleo hacia su tendencia de largo plazo y el crecimiento económico positivo por delante, este contexto debería ser suficiente para persuadir a la Fed de empezar a subir los tipos de interés.
En base a los recientes comentarios de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, la semana pasada y el Vicepresidente Fischer, la Fed ha indicado que está preparada para subir los tipos de interés en diciembre. No obstante, la Fed también ha hecho saber a los mercados que la subida de tipos futuros será muy lenta. Por ahora, parece que el resultado más probable a corto plazo va a ser este.
A corto plazo, el impacto sobre los bonos corporativos de un aumento de un cuarto de punto en la tasa de los fondos federales será mínimo. Aunque los tipos de interés a largo plazo deberían empezar a subir a medida que la política monetaria se normalice, la tasa potencial de crecimiento a corto plazo será moderada por varios factores.
Hemos observado a lo largo del año la fuerte demanda por los títulos de renta fija denominados en dólares por parte de los inversores extranjeros. Los inversores extranjeros se sienten atraídos por el mayor rendimiento que ofrecen los valores de renta fija estadounidense, así como de la apreciación constante del valor del dólar americano.
Actualmente, el spread medio del índice Morningstar Corporate Bond es de 158 puntos sobre los bonos del Tesoro. Excluyendo los extremos de la crisis de crédito, este nivel está en línea con su media histórica a largo plazo. No obstante, con los precios de las commodities en mínimos de varios años, el spread del índice Bank of America Merrill Lynch High Yield es de 637 puntos básicos, que de unos 100 puntos básicos mayor que su media histórica.
Como tal, con los diferenciales de crédito cerca o mayores a su media histórica, nuestra previsión para un crecimiento económico modesto en EEUU y una demanda subyacente por parte de los inversores internacionales, estos factores evitarán que los diferenciales de crédito en caso se ensanchen de forma notable.