Cuando uno quiere invertir en una compañía con la intención de cobrar dividendos debe saber que hay otros aspectos a tener en cuenta además de la propia rentabilidad por dividendo.
Primero conviene comprobar si la compañía históricamente ha pagado dividendos a sus accionistas, y, mejor aún si ese dividendo ha ido aumentando a lo largo del tiempo.
Segundo, también es fundamental averiguar la salud financiera de esa compañía, para saber en tre otras cosas si va a ser capaz de mantener ese dividendo de cara al futuro.
Por último, pero no por ello menos importante, siempre es mejor comprar una compañía barata que una que esté cara. Al fin y a la postre la rentabilidad que obtendremos con la compra de esa acción no sólo vendrá por el lado del dividendo sino también por la posible revalorización a medio-largo plazo de su cotización.
Pues bien, hemos combinado estos tres criterios dentro del universo de compañías europeas (crecimiento de los dividendos en los últimos 5 años, salud financiera con Rating A por parte de Morningstar y cotización con descuenta frente a precio objetivo calculado por Morningstar) para llegar a la tabla adjunta. Son nuestras compañías europeas “buenas, bonitas y baratas”.
Nota importante: los datos se han calculado a fecha 23/10/2014; tenga en cuenta que pueden variar en el tiempo