Ha habido 5.300 millones de entradas en deuda en dólares y en moneda local de mercados emergentes este año, principalmente de inversores institucionales. Las entradas han sido mayores en denominaciones en moneda fuerte (dólar), pues muchos inversores siguen cautos en moneda local dada la volatilidad de las divisas. Hay que tener en cuenta que la deuda de mercados emergentes cuenta con atractivo cupón. La rentabilidad a vencimiento en moneda fuerte deuda es 5% y en moneda local 6,5%, favorable respecto a 2% del índice de bonos globales de mercados desarrollados y 3,6% de deuda grado de inversión en dólares. Sin embargo los diferenciales de deuda emergente en moneda fuerte están más ajustados y estamos empezando a ver interés renovado en moneda local, hacia donde puede rotar la inversión si el mercado se mantiene estable y sin shocks endógenos, como una inesperada subida de tipos tasas de interés en EEUU.
Además la rentabilidad de los bonos del Tesoro de EEUU -que puede afectar significativamente la rentabilidad de la deuda de mercados emergentes– se ha mantenido estable en aproximadamente 2,5%. El aumento de tipos de interés en EEUU puede reducir el atractivo del cupón de esta deuda y un aumento inesperado generar salidas de flujos de inversión y debilidad. Sin embargo la deuda en moneda local de mercados emergentes está ahora menos correlacionada con los bonos de EEUU. De hecho varios de estos bancos centrales pueden recortar tipos de interés para apoyar el crecimiento mientras en EEUU se acerca un alza de tipos. Así, la rentabilidad de la deuda de EEUU a corto plazo ha subido estos meses pero la de referencia en deuda en moneda local de mercados emergentes caído. En cualquier caso, los principales indicadores están mejorando en EEUU, pero no lo suficiente para una subida inmediata de tipos de interés de la Reserva Federal. Además el BCE puede proporcionar estímulo monetario adicional mientras el de Japón mantiene una política monetaria ultra-laxa.
Además la deuda emergente cuenta con la prudencia fiscal, pues estos gobiernos no están recurriendo a estímulos para reactivar el crecimiento (excepto China) y su brecha entre ingresos y gastos del Estado ya es de menos 2%, mucho mejor que menos 3,7% de julio de 2009. Además estas economías pueden hacer frente a un crecimiento débil relajando la política monetaria. Turquía, México, Hungría y Chile ya han recortado tipos de interés el segundo trimestre y otros recortes pueden seguir los próximos meses, sobre todo porque la inflación se ha mantenido por debajo del promedio desde 2011.
La debilidad de las monedas emergentes es requisito para ajustes estructurales
A medio plazo cupones y tipos de interés pueden ser los componentes de mejor comportamiento en deuda de mercados emergentes, pero las monedas pueden generar resultados mixtos y escasos.
En cualquier caso la debilidad de las monedas emergentes es requisito previo para ajustes estructurales. Debe ayudar a impulsar las exportaciones y a reducir la demanda interna de bienes importados y el déficit por cuenta corriente. De hecho la fuerza exportadora puede ser un elemento diferenciador. Países como China se están alejando del crecimiento orientado a exportación para impulsar la demanda interna y el mercado puede recompensar la producción de bienes industriales en lugar de materias primas, así como a los países con superávit por cuenta corriente. De hecho las economías emergentes en conjunto muestran superávit por cuenta corriente cercano al 1% y están acumulando reservas divisas a un ritmo anual de 500.000 millones de dólares. Sin embargo de momento la mejora es atribuible sobre todo a la disminución de importaciones, lo que no es sostenible a largo plazo. Se precisa reformas estructurales para recuperar la competitividad y aumentar la productividad. Hay que tener en cuenta que las economías emergentes han puesto en marcha casi 30% de las reformas recomendadas por la OCDE, en comparación con más de 70% de los países periféricos de la zona euro. Además Turquía, Brasil, Polonia y Argentina tienen elecciones generales los próximos 18 meses. Una vez pasadas necesitan una agenda de reformas ambiciosas para aumentar su potencial de crecimiento a largo plazo.
Infra-ponderamos deuda rusa en moneda local e infra-ponderamos el rublo
Infra-ponderamos rand sudafricano y lira turca –donde los recortes de tipos interés pueden erosionar el apoyo, el crecimiento es mediocre o disminuye la competitividad-. Pero sobre-ponderamos ringgit de Malasia dado el fuerte crecimiento y ajustes del banco central y la rupia India tras las elecciones presidenciales y potencial de reformas estructurales. También tenemos perspectivas positivas a largo plazo en renminbi chino, que debe beneficiarse de tendencias estructurales de largo plazo como la profundización del mercado de capitales. En deuda de Rusia tenemos pociones defensivas o infra-ponderamos deuda en moneda local y en dólares e infra-ponderamos el rublo. Dado los riesgos geopolíticos y tensiones respecto a Ucrania, es probable que su moneda se vea sometido a mayor presión y se deteriore aún más el crecimiento económico del país. Sin embargo, debido a la alta inflación, el banco central de Rusia no puede apoyar su economía mediante política monetaria. De hecho ha elevado tipos de interés al 8% en un movimiento inesperado y puede subirlos más. En deuda rusa en moneda fuerte, nuestro mayor infra-ponderación es en cuasi-soberana, que tienden a comportarse peor en períodos de estrés y se considera más afectada por las sanciones.
Por su parte Argentina se enfrenta al segundo impago –esta vez técnico- de deuda en 12 años, con dificultades para una solución acordada con los tenedores de deuda. Infra-ponderamos esta deuda, donde preferimos instrumentos defensivos, de alta sensibilidad a variaciones de tipos de interés, con menor riesgo. Además el riesgo político es alto, dadas las elecciones generales de octubre de 2015. De todas formas Argentina está dispuesta a pagar su deuda reestructurada y el impago puede acabar en tasas de recuperación muy alta, muy probablemente con intercambio en bonos locales denominados en dólares.
Mary-Thérèse Barton, CFA, gestor senior de deuda emergente de Pictet AM