Como hemos visto en artículos anteriores los fondos de renta fija pueden distinguirse en función de dos grandes variables: la calidad crediticia y la sensibilidad a los tipos de interés. Esto explica algunas de las diferenciaciones entre las distintas categorías que tenemos en Morningstar a nivel de fondos de renta fija. Así hay categorías de Renta Fija de deuda pública y de deuda corporativa tanto a corto como a largo plazo. Dentro del grupo de deuda corporativa hay dos subgrupos que merecen unas categorías separadas porque sus componentes tienen ciertamente unas características de rentabilidad y riesgo muy distintas de los tradicionales bonos corporativos.
Primero tenemos a los bonos de alto rendimiento o bonos high yield. Como hemos explicado anteriormente se trata de bonos corporativos con una baja calidad crediticia y, por l,o tanto, un mayor riesgo, pero que compensan con un rendimiento mayor. En el gráfico adjunto hemos comparado la media de tres categorías de bonos euro: bonos de deuda pública (en azul), bonos de deuda corporativa (en verde) y bonos high yield (en rojo).
Segundo, tenemos a los llamados bonos convertibles. Estos, como su nombre indica, son instrumentos de renta fija, pero que pueden ser convertidos en acciones en un momento determinado por lo que suelen tener una correlación alta con las bolsas.
En lo que respecta a los fondos de deuda pública, también hay un grupo que merece una categoría específica: los fondos de bonos ligados a la inflación (son los Estados los que emiten ese tipo de obligaciones y suelen hacerlo a largo plazo). Para simplificarlo los bonos ligados a la inflación son bonos que adaptan sus cupones y/o sus principales a la inflación. Es decir, la aceleración de la inflación incrementará el cupón fijo del bono, mientras que un descenso de la inflación lo disminuirá, pero en ningún caso el cupón puede ser inferior a cero.
No todos los fondos tienen una política de inversión tan clara como para invertir bien exclusivamente en deuda pública, bien exclusivamente en deuda corporativa. De hecho la categoría de fondos de renta fija más poblada es la de renta fija diversificada. La denominamos de esta forma porque el gestor mezcla en su cartera tanto bonos corporativos como bonos gubernamentales. Una categoría específica de renta fija “diversificada” es la de renta fija flexible donde el gestor tiene la libertad de invertir su cartera en cualquier tipo de bonos.
Pero en las categorías Morningstar de renta fija no solo se consideran el aspecto de riesgo de crédito y de riesgo de tipos de interés. Hay otro riesgo que también influye mucho en el comportamiento del fondo: el riesgo de divisa. Así tenemos categorías o subcategorías específicas en función de la divisa en la que invierte el fondo: de la misma forma que tenemos categorías como Renta Fija Deuda Pública Euro, Renta Fija Deuda Corporativa Euro o Renta Fija Alto rendimiento Euro, tenenos una categoría de Renta Fija Deuda Pública Dólar, una de Renta Fija Deuda Corporativa Dólar y otra de Renta Fija Alto rendimiento Dólar (lo mismo ocurre con la libra esterlina, para otras divisas no existen tantas subcategorías).
Por último, hay unas categorías en las que el domicilio del emisor (ya sea público o privado) es fundamental. Es el caso de los fondos de bonos emergentes. Aquí tenemos varias categorías en función de si el fondo invierte en bonos corporativos o en deuda pública o si lo hace en divisa local o en moneda fuerte.
En la tabla que figura a continuación hemos calculado las rentabilidades a 1, 3 y 5 años aí como la volatilidad a 3 años de algunas de las principales categorías de renta fija.
Fuente: Morningstar Direct (datos a 31/5/2014)