Según Koesterich, tanto los precios de la renta variable como de la renta fija están elevados en general. Si bien el experto no augura ventas masivas de bonos –lo que su vez generaría una fuerte subida repentina de los tipos de interés– en general sigue abogando por la renta variable, ya que en los niveles actuales, los bonos tradicionales ofrecen menor valor. Los datos económicos continúan siendo mixtos –por ejemplo, la semana pasada se dio a conocer que la economía estadounidense se contrajo un 1% durante el primer trimestre, frente a un 0.5% de crecimiento que se había estimado– pero según apunta Koesterich, la demanda en renta fija parece estar más impulsada por factores técnicos que por una re-evaluación de la economía.
Koesterich cree que los tipos de interés subirán moderadamente durante la segunda mitad del año y que incluso una pequeña subida supondría un riesgo para los bonistas. Parece que la renta variable ofrece mayor valor en este momento, pero el experto advierte a los inversores de que este mercado también está volviéndose más caro, y por tanto, cobra mayor importancia identificar bien las oportunidades. Por último, Koesterich menciona que la renta variable de Japón y de algunos mercados emergentes ofrecen cierto valor relativo, ya que están más baratos en comparación con sus homólogos más desarrollados.