Si hay un movimiento que pocos inversores han visto venir desde el principio de este año éste es sin duda la baja de tipos de interés a largo plazo en Estados Unidos. Desde unos niveles de 3% a principio del ejercicio, éstos han caído hasta el 2,5% (vea gráfico) mientras que el mercado anticipaba todo lo contrario… una subida hasta el entorno del 3,5%.
Las obligaciones del Tesoro son, después de las materias primas, el activo que ha batido a las acciones con una rentabilidad del 3,9% frente a un 4,9% y un 2,9% respectivamente.
Para David Woo de Bank of America Merrill Lynch, la decisión de China de frenar el crecimiento del crédito ha alimentado el flujo de capitales hacia el país asiático al mismo tiempo que ha acelerado las compras de bonos del Tesoro americano por parte de inversores chinos, circunstancias que explicarían el movimiento a la baja de los tipos a largo plazo en Estados Unidos.
También se ha producido un efecto refugio o de huida hacia la calidad de los bonos del Tesoro americano a raíz de las tensiones geopolíticas en Ucrania. Pero, los estrategas del banco insisten en que la explicación más evidente de la baja de tipos es el débil crecimiento y la baja inflación.
Hay, por lo tanto, una serie de elementos que pueden explicar el movimiento de los tipos a largo en USA. Esto indica que los inversores siguen buscando pruebas más tangibles que les aseguren que la recuperación económica mundial va finalmente acelerarse en los próximos meses o trimestres. Esto es, en todo caso, el escenario más probable para la mayoría de inversores, como indica la última encuesta a inversores profesionales de Bank of America Merrill Lynch.