Hay una gestora que ha apostado fuerte por Ucrania en el 2013. Se trata de Franklin Templeton. A raíz de los últimos acontecimientos ocurridos en el país, el equipo de analistas de Morningstar ha considerado oportuno analizar el impacto sobre los fondos de renta fija de la compañía.
A lo largo del 2013, la gestora estadounidense ha aumentado su exposición a Ucrania hasta cerca de seis mil millones de dólares. Franklin Templeton sería, por lo tanto, uno de los mayores acreedores del gobierno ucraniano. Algunos analistas han calculado que Franklin Templeton tiene alrededor de un tercio de la deuda pública total de Ucrania denominada en dólares (fuente : Bloomberg ) . ¿Habría que preocuparse?
Según nuestros analistas, aunque son cifras importantes en términos absolutos, no lo son tanto comparadas con el patrimonio total gestionado por Franklin Templeton. En particular, el equipo de renta fija global gestiona aproximadamente 190 mil millones en activos (al final de 2013).
Dos fondos de la gestora son muy populares en Europa: el Fondo Templeton Global Total Return Fund y el Templeton Global Bond Fund, que tienen respectivamente 27 y 30 mil millones de euros bajo gestión a 31 de enero de 2014. En otras palabras, se trata de los dos mayores fondos de renta fija que existen actualmente en Europa. Ambos fondos son gestionados por Michael Hasenstab y Sonal Desai.
Los fondos tienen una valoración positiva por parte de los analistas de Morningstar (el Templeton Global Total Return tiene un Analyst Rating Bronze y el Templeton Global Bond un Analyst Rating Silver), que por el momento no ha sido revisada.
¿Cuál es la exposición y cuáles son los riesgos?
A partir de los datos disponibles en el sitio web de la compañía, la exposición a finales de 2013 sería considerable en términos absolutos. Sumando el valor de mercado de los títulos ucranianos entre ambos fondos la cifra superaría los mil millones de dólares.
Sin embargo, habría que comparar esos datos con el total del patrimonio y en este caso la exposición al país estaría cercana al 2 % en ambos fondos (hay que tener en cuenta que a finales de noviembre del 2013 el Templeton Global Total Return tenía en cartera unos 430 bonos). Un peso de este calibre, por lo general, no es significativo en lo que respecta a la rentabilidad de un fondo. Sin embargo, hay otras consideraciones.
En general, los principales riesgos de la operación se resumen en dos categorías: riesgo de liquidez y riesgo de crédito.
El riesgo de liquidez se refiere a la situación en la que es difícil liquidar una posición (vender) debido a que el número de compradores se reduce durante los períodos de gran incertidumbre. Pero este riesgo está casi anulado por la estrategia a largo plazo del gestor, que es capaz de mantener los títulos hasta su vencimiento. Como prueba de ello, en el pasado, adoptó una posición sobre la deuda de Indonesia que ha requerido un horizonte de inversión de ocho años. Nuestros analistas señalan que no es raro que el gestor lleve a cabo este tipo de apuestas. De hecho, en otras ocasiones ha lucido un estilo de gestión "contrarian". En 2011, por ejemplo, fue uno de los pocos gestores en apostar por Irlanda, poniendo en práctica sus valoraciones macroeconómicas con gran convicción. El enfoque, que se ha mantenido igual en los últimos años, esté en realidad basado en valoraciones fundamentales, generalmente de tipo macroeconómic0, y en el pasado ha sido implementado con éxito y disciplina.
Queda el riesgo, nada despreciable, de solvencia o de capacidad real del emisor para pagar la deuda a su vencimiento. Para que uno se haga una idea, en estos días el precio de los swaps de incumplimiento crediticio a cinco años para la deuda soberana de Ucrania se ha situado alrededor de los 1.000 puntos básicos (el precio de un CDS refleja el precio pagado para asegurar un posible impago por parte del emisor, y es por lo tanto, una medida del riesgo de crédito; en comparación, el precio de los CDS a cinco años de los títulos del gobierno de los EE.UU. es de alrededor de 38 puntos básicos) . En esencia es un riesgo muy concreto. Además, incluso en el peor de los casos, el de un default de la deuda soberana de Ucrania, cualquier pérdida incurrida por los suscriptores sería limitada, debido a la diversificación implementada por los gestores. Por no hablar de que la solvencia del país parece ser una prioridad para sus principales socios comerciales, a saber, la UE y Rusia.
Otro fondo de la misma gestora que está más expuesto es el Templeton Emerging Markets Bond (que tiene un Analyst Rating de Silver) ya que tenía a finales de enero un peso del 9,5% en Ucrania. Sin embargo, el tamaño de este fondo es mucho más bajo (alrededor de 6.000 millones de euros a finales de enero de 2014).
La opinión de los analistas
En conclusión, nuestra confianza en la capacidad de los gestores no ha cambiado y no creemos que los acontecimientos recientes sean razón suficiente o decisiva para cambiar nuestra opinión acerca de la calidad de la gestión. La exposición a Ucrania es una parte relativamente pequeña de los fondos globales. Es ciertamente una apuesta arriesgada pero con un mayor rendimiento a vencimiento comparado con otros títulos de deuda de países emergentes. Además, el perfil de riesgo de los fondos es en otros aspectos más bajo que la competencia. Por ejemplo, la exposición al riesgo de tipo de interés (medido por la duración de la cartera) es significativamente inferior a la media de la categoría. El gestor del fondo ha acertado en muchas ocasiones, como lo demuestra la excelente rentabilidad ajustada por riesgo, sabiendo seleccionar los mejores títulos y anticipándose a los movimientos del mercado. En cualquier caso, es bueno recordar que el informe de nuestros analistas precisa que los fondos globales juegan un papel secundario en una cartera diversificada, y que sólo son adecuados para inversores que son conscientes de sus riesgos.