El debate entre la gestión pasiva y la gestión activa es ciertamente uno de los más apasionantes dentro del mundo de los fondos de inversión. Como muestra un estudio que acabamos de publicar en Estados Unidos sobre los flujos de fondos (pinche aquí para descargar el estudio completo), tradicionalmente, los inversores siempre han apostado por los fondos de gestión activa.
Pero en estos últimos años, los fondos de gestión pasiva han ido ganando adeptos hasta representar el 22% del patrimonio total (lo que representa cerca de 1.700 millones de dólares) frente, por ejemplo, a apenas un porcentaje del 11% hace 10 años, gracias sobre todo al auge de los ETFs.
En algunos segmentos del mercado, esta tendencia está incluso mucho más marcada. Es el caso de los fondos sectoriales donde las estrategias pasivas han pasado del 1% en el año 2000 hasta el 35% en el año 2009.